Beneficios de ir en bici al trabajo
Los que me conocéis, tal vez sabréis que llevo 2 años yendo al trabajo en bici. Desde entonces, llego más despierto al trabajo, he enfermado menos veces, estoy más fuerte, en definitiva me siento mucho mejor. Como no soy médico, no sé cuales son realmente los beneficios de una vida saludable yendo al trabajo en bici, por lo que os traigo a continuación un interesante artículo que he visto en enbicipormadrid.com en el cual podremos conocer cuales son los beneficios de ir en bici a trabajar:
Dolores de espalda y columna: fortalece los músculos
La mayoría de la población en países industrializados –y no escapan ni jóvenes ni niños– padece o ha padecido dolor de espalda debido a malas posturas en la mesa de trabajo o a tareas físicamente duras en cadenas de montaje. Como resultado, músculos afectados por la tensión de malas posturas sostenidas y daños en los discos intervertebrales.
El ejercicio moderado es eficaz contra el dolor de espalda, pero, además, el movimiento de piernas del pedaleo estimula los músculos de la zona lumbar e ileosacral –donde se producen la mayoría de las lesiones de espalda– y los pequeños músculos de las vértebras, fortaleciéndolos.
Colesterol: incrementa el ‘bueno’
Un incremento inadecuado de la grasa corporal provoca arterioesclerosis e hipertensión, enfermedades ambas que incrementan el riesgo coronario. El ejercicio habitual quema calorías –principalmente de la grasa ingerida–, pero, además, la práctica en bicicleta mejora el metabolismo, incrementa la producción de colesterol HDL (‘bueno’) y reduce la presencia del LDL (‘malo’), responsable del endurecimiento de arterias y vasos sanguíneos, con el consiguiente riesgo circulatorio y de trombosis. Y, a la vez, se reduce el peso…
Hipertensión: baja la tensión
La tensión arterial alta es de las enfermedades más frecuentes en la sociedad moderna. Se calcula que un 20% de la población padece hipertensión (otro 20% tiene la tensión muy alta), aunque apenas el 10-20% tiene disposición genética a padecerla. Muchas investigaciones demuestran que el ejercicio moderado previene o reduce, al menos, la hipertensión. Y aunque debe evitarse algún deporte intenso, el ciclismo reduce la hipertensión, que constituye el mayor riesgo de sufrir ataques al corazón.
Varices: idónea para evitarlas
Practicar deportes aeróbicos, como el ciclismo, ayuda a mejorar la circulación sanguínea y previene la aparición de “arañas vasculares y venas antiestéticas”, según expertos de la Unidad de Cirugía Láser de Varices del Centro Médico Teknon (Barcelona).
Según cirujanos vasculares, el ejercicio regular estimula el retorno venoso y potencia el bombeo de sangre hacia las extremidades, con lo que se consigue mejor circulación y piernas más saludables. Los deportes ‘progresivos’ –natación, ‘aquagym’, golf o bicicleta– son los más idóneos, mientras desaconsejan aquellos en los que los pies golpean con fuerza el suelo –’step‘, baloncesto o tenis–, ya que el golpeo brusco dificulta el retorno venoso de la sangre, que se estanca en las piernas.
Estrés, depresión, ansiedad…
Al estrés y los problemas psicológicos les viene bien la bici. Varios estudios científicos muestran que el deporte reduce los efectos negativos de los desórdenes psicológicos y estimula la producción de hormonas. Así, la depresión y ansiedad mejoran con deportes de resistencia y el paciente puede reducir la ingestión de medicamentos dirigidos a su control hormonal. Además, el movimiento del pedaleo, cíclico y uniforme, estabiliza física y emocionalmente y reduce los efectos del estrés. De hecho, tras 30 ó 40 minutos de pedaleo, el cuerpo comienza a liberar endorfinas (hormona de la felicidad), que inhiben el dolor y contrarrestan los efectos depresivos de estas enfermedades.
Riesgo cardiovascular: lo reduce un 50%
El ciclismo produce grandes efectos positivos sobre el corazón (rebaja la frecuencia cardíaca en reposo, la cantidad de sangre bombeada por unidad de tiempo…), reduce el estrés de este músculo e influye positivamente ante todos los factores de riesgo de ataque cardíaco. De hecho, una actividad física regular reduce el riesgo de sufrir un ataque de este tipo en más del 50%. Un estudio en hospitales de Le Havre, Münster y Groeningen descubre una relación entre los desplazamientos habituales a pie o en bicicleta y reducciones del 60% en enfermedades cerebrovasculares.
Diabetes: previene su aparición
Un estudio finlandés del año 2003 demuestra que la utilización habitual de la bicicleta, sea para hacer deporta o para desplazarse, disminuye hasta en un 40% el riesgo de desarrollar una diabetes de tipo 2.
Os recomiendo leer completamente el artículo porque habla de estudios muy interesantes.